Podría ordenarse demolición de Torre en el puerto: exdelegado del INAH en Veracruz

La ciudad y puerto de Veracruz padece una de sus peores etapas de desatención y despreocupación de sus autoridades municipales quienes anteponen sus intereses económicos por encima del acervo histórico de los veracruzanos, consideró el investigador y ex director del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Veracruz, Daniel Nahmad Molinari, quien advierte que la torre construida en Arista y Xīcoténcatl podría ser recortada o incluso demolida al presentar una serie de irregularidades, violentar la ley y no contar con los permisos necesarios para su edificación.

Integrante del grupo ciudadano “Civilistas Veracruzanos”, Nahmad Molinari recordó que en los años 80 el entonces gobernador de Veracruz, Agustín Acosta Lagunes ordenó la protección de edificios y construcciones consideradas patrimonio de la humanidad e incluso ordenó una serie de modificaciones a diversas construcciones de la ciudad precisamente porque se consideraba un atentado contra el acervo histórico.

“Intervino en la construcción de edificios que rompían con el esquema de los sitios históricos o tradicionales y brindó la protección a las edificaciones con antecedentes culturales entre ellos el Hotel Veracruz; el Edificio Trigueros; el inmueble que hoy alberga al IVEC, el exconvento Betlemita construido con piedra Múcara o piedra de arrecife de coral que pretendía ser modificada su estructura; también actuó en defensa de los edificios que albergaban al Archivo Histórico, El Patio Vergara, La Droguería Veracruzana, todos ellos fueron rescatados y protegidos por el Gobierno en un afán de darle al pueblo veracruzano un patrimonio histórico y un acervo cultural que no se permitió se atentara contra su estructura”, recordó el investigador.

En cuanto a las correcciones para mantener la imagen de la ciudad, “se ha logrado intervenir en la construcción del edificio ubicado atrás de la Lagunilla que va a dar a Independencia, ese fue el primer edificio que se suspendió por su altura, ahí intervino el INAH y desde entonces la obra quedó detenida y nunca funcionó, también se frenó la construcción del Hotel Imperial que se denunció en tiempo su obra desmedida ya que la altura no era la adecuada, iba demasiado alto e incluso se proyectaba construirle un helipuerto pero el INAH intervino, se presentó la denuncia y se ganó en tribunales, la sentencia salió a favor de demolerle 4 pisos y aunque no se ha ejecutado está firme la orden legal y vamos a presionar para que se lleve a cabo”, subrayó el civilista.

Otro caso emblemático en la misma ciudad de Veracruz es el Hotel Veracruz “el gobernador Acosta Lagunes ordenó rebajarlo para adecuarlo a una altura más decente pues era un edificio muy alto que rompía con el esquema de las construcciones de la ciudad, caso similar fue el del Edificio Trigueros el cual tuvo que modificarse para que no estuviera más alto que el Palacio Municipal y no desvirtuara la imagen del centro histórico”, recordó Nahmad Molinari.

El investigador insistió en que existe toda una política pública y antecedentes importantes en el manejo del volumen y estructura de los edificios que se levantan en la ciudad de Veracruz por lo que solo es necesario aplicar la ley “no es una imposición o un capricho, es seguir simplemente la normatividad en protección de la cultura y la historia, no se puede actuar en base a caprichos y dar argumentos vagos protegiéndose en una intención de avanzar hacia la modernidad y el desarrollo cuando los únicos beneficiados son un puñado de inversionistas a quienes solo les interesa su poder económico”, reiteró.

“El centro histórico y su imagen urbana deben de respetarse, protegerse y conservarse, si es necesario el avance hacia la modernidad, hacia el desarrollo y la inversión, pero en espacios y lugares adecuados no podemos permitir que cobijados en la impunidad y el interés económico de una autoridad se arruine el patrimonio de la humanidad”, apuntó el investigador.

Finalmente comentó que el grupo de “Civilistas Veracruzanos” están decididos a llegar hasta las últimas consecuencias para proteger la imagen de la ciudad por lo que insistirán ante las instancias legales para que se eche atrás la construcción de la Torre que se levantó atrás del Faro Carranza por romper con la fisonomía del centro histórico.

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